MI CAMINO MULTIDIMENSIONAL

Dra. Beatriz Boulanger

Comencé Medicina (en la UBA), podría decir, con un espíritu científico. Agradezco, porque eso me ayudó a terminarla con entusiasmo; no sé cómo hubiera sido si me hubieran surgido todas las inquietudes que luego aparecieron. En aquel momento la propuesta académica parecía invitarme a una exploración muy focalizada de la dimensión cuerpo materia que me resultó fascinante, luego la escucha clínica me mostró el choque con sus límites. Límites que me motivaron interés y entusiasmo en abrir otras dimensiones.

En los últimos años de la carrera sentí que “el objeto de estudio”, era más la Enfermedad que la Salud, pero sobre todo, estaba ausente – o casi – el ser humano “portador” de Salud/Enfermedad. Y si aparecía era desde una mezcla de anatomía, bioquímica, biofísica, fisiología, fisiopatología.

Cursando las especialidades, y escuchando a los pacientes, ellos, al hablar de su dolencia física, presentaban sus emociones, conflictos, situaciones vitales, que eran poco escuchadas, casi como algo que distraía “de lo verdaderamente importante”; eso me sonaba contrastante con la relevancia que sí parecía tener para el protagonista de su historia. Esa constante me llamó la atención, lo vi como un hilo conductor, un punto en común de cualquier dolencia, y me direccionó hacia la Psiquiatría.

Iniciando la especialidad, mi primer interés fue la psicosis, y casi simultáneamente las drogadicciones. Nuevamente sucedió que la propuesta más clásica de la psiquiatría, entre las neurociencias, las clasificaciones, la psicofarmacología, representaban sólo una parcialidad de lo que escuchaba y sentía en la práctica cotidiana con los pacientes.

Esa experiencia me condujo rápidamente a la formación psicoterapéutica, descubriendo muchas vertientes. Parecía infaltable el psicoanálisis, así que estudié al modo clásico: escuela psicoanalítica, grupos de estudio, terapia analítica. Casi en simultáneo encuentro la sistémica, y fui estudiando distintas escuelas de esa corriente (estratégicas, estructurales, paradojales, Milán, Roma), pero parecían llegando al construccionismo social, dialógico, conversacional, que tanto me aportó y disfruté.

Mirando en retrospectiva, hoy diría que mi entusiasmo por esta incursión en la dimensión “psi” me distanció de la dimensión médica-corporal durante la primera década de mi práctica. Sin embargo, mi dedicación a la especialidad en el campo de la rehabilitación de las drogadicciones, me iría llevando progresivamente a la inclusión multidimensional.

Los cuadros de las drogadicciones se fueron complejizando cada vez más, y se transformaron en pandemia. En todo el mundo se evolucionó desde los primeros modelos explicativos hacia nuevas comprensiones y respuestas, llegando cada vez más a miradas holísticas, bio-psico-socio-espirituales.

Dentro de la medicina y la psiquiatría pude volver a mirar las propuestas más clásicas y sin dejar de ver sus límites -y sus distorsiones-, aceptar sus beneficios. Al mismo tiempo fui buscando alternativas, recorriendo otros caminos, como la celuloterapia, la orthomolecular, las flores de Bach, el agua de mar…Todo lo que hoy incorporo me fue demostrando su eficacia, su posibilidad de aliviar o sanar.

Y en el mundo de las psicoterapias, “los obstáculos, los límites, los techos” me fueron llevando, hace ya casi dos décadas, a la inclusión de la dimensión energética-espiritual, luego del descubrimiento de la posibilidad de un entrenamiento muy sistematizado en la misma.

Claramente los obstáculos que se fueron presentando me guiaron hacia nuevas búsquedas, que me condujeron a lo que fui vivenciando como la existencia multidimensional: somos seres multidimensionales.

La anatomía del ser humano que había aprendido en Medicina quedaba chica, la “anatomía” del ser psíquico aprendida en psiquiatría y en las psicoterapias tampoco alcanzaba. En mi camino, la “anatomía” que me ayudó a integrar mi existencia con mi práctica profesional fue la multidimensional. Siento así que “mi espíritu científico” fue encontrando un modo de expresión más coherente.

Como este “espíritu científico” no responde al camino más convencional, suelen hacerme diversas preguntas. Esta página web intenta facilitar respuestas, en un cierto orden, de los temas que desarrollo y me preguntan, focalizando en tres áreas principales: la Psicoterapia Espiritual, Las Drogadicciones, y la Psiquiatría y Medicina Multidimensional (celuloterapia, orthomolecular, flores de Bach, Fitoterapia). Y compartiendo información, artículos, reflexiones, lecturas sugeridas, links, espero alentar a investigaciones personales sobre lo que más les vaya despertando curiosidad, y favorecer una navegación -más allá de la web- por la o las dimensiones que se vayan activando en cada uno.